Ordenanza. En septiembre de 2007, el Concejo Municipal aprobó la ordenanza 8208 que crea el Programa Terrazas Verdes con el objetivo de promover en los consorcios de edificios, particulares, empresas y organizaciones diversas, la utilización de la superficie de sus terrazas para emplazar especies vegetales diversas; además de organizar talleres, cursos y actividades para la difusión de estos sistemas. En ese marco se anunció el proyecto para construir la primera terraza verde pública sobre el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. Y si bien el emprendimiento no prosperó, todavía puede reflotarse (ver aparte). Para el doctor en sistemas ambientales y profesor de la Universidad Nacional de Rosario Elio Di Bernardo, las terrazas verdes son una alternativa interesante para «mejorar en parte» los efectos del avance de la construcción en las ciudades. «La edificación impermeabiliza monstruosamente el territorio. Por lo tanto, la incorporación de espacios verdes mejoran levemente la permeabilidad. La otra ventaja es que la azotea recibe la mayor radiación solar y, al colocar una masa de tierra relativamente grande mejora notablemente la temperatura de los locales que están en el piso inferior», explica. Cambio climático. El investigador y doctor en física Rubén Piacentini está trabajando en un proyecto que busca establecer fehacientemente cómo las iniciativas de agricultura urbana, forestación y eco terrazas pueden mitigar el efecto del cambio climático. «Son una alternativa interesante para reducir las islas de calor que se producen en las ciudades y permiten aprovechar lugares dejados de lado en las construcciones o áreas poco utilizadas para espacios verdes —apunta—. En el centro de Rosario actualmente no hay lugar para agregar una plaza más. Sumar verde a las terrazas de los edificios, los bordes de camino o las veredas sería una opción más factible para filtrar el cambio climático». El cálculo es sencillo. En promedio, la azotea de un edificio ocupa 100 metros cuadrados. Si en cada una de las 1.221 manzanas del distrito centro rosarino hubiera al menos una terraza verde, se sumaría a la ciudad un espacio de 122 mil metros cuadrados, algo así como 12 plazas. Todo un potencial para mejorar el entorno urbano. Atención!  Las terrazas verdes pueden instalarse en azoteas de edificios o viviendas unifamiliares, en inmuebles existentes (previamente se realiza un cálculo de estructura para asegurarse que soporte el peso) o nuevos. En el mercado se ofrecen distintos sistemas, básicamente todos incorporan la instalación de una membrana para sellar la losa, otra drenante y un sustrato preparado especialmente. Allí se pueden plantar distintas especies de césped y, de acuerdo al diseño, sumar contenedores para especies de mayor porte, como arbustos, palmeras o enredaderas. En algunos casos se aconseja también incorporar un sistema de riego artificial. ¿Los costos? En superficies pequeñas, el metro cuadrado cuesta 600 pesos, incluida la impermeabilización. Por supuesto, a esto hay que sumar el mantenimiento que se realiza quincenalmente. Cifras considerables, cuando los presupuestos son acotados]]>