OPINION.

Mantenerse líquido o conservar nuestros ahorros en moneda dura sin invertir no es más una alternativa viable. Al menos para este 2022 y, muy probablemente, para el 2023.

Por

Diego Guaita

Hasta ahora, comprar dólares y guardarlos debajo del colchón o en una caja de seguridad parecían ser las alternativas más eficientes para preservar nuestros ahorros de la alta inflación en Argentina, ya que la inflación de Estados Unidos era baja y, por lo tanto, la pérdida de valor del dólar también era baja anualmente.

Sin embargo, el año pasado la inflación en el país norteamericano alcanzó el 7%, la más alta desde 1982, donde superó los 14 puntos. Quienes tenían 100 dólares guardados en el colchón o en una caja de seguridad a principios de 2021, hoy poseen 93 dólares en términos de poder de compra del billete estadounidense.

Puede no parecer mucho si lo comparamos con la inflación de Argentina, que en 2021 llegó al 50,9%, pero tenemos que dimensionar que pequeñas pérdidas anuales en el poder de compra de los ahorros se convertirá indudablemente en una mala estrategia para preservar ese capital. A modo de ilustración, si la inflación de EEUU se mantiene en el mismo lugar por 6 años, habremos perdido la mitad de nuestro dinero.

Los que tienen un negocio, deben buscar mantener sus precios y costos competitivos

Pero a no entrar en pánico, los economistas proyectan que la inflación en el país norteamericano en el 2022 será de alrededor del 4%. También el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, estimó que la alta inflación podría durar hasta mediados de este año y, si no se normaliza durante ese período, indicó que la institución está lista para tomar medidas para controlarla.

Si bien la alta inflación en Argentina es una constante a la que, lamentablemente, estamos habituados, es una condición que conlleva altos niveles de estrés. Los que tienen un negocio, deben buscar mantener sus precios y costos competitivos. Los asalariados, que sus sueldos se ajusten con la inflación y los pocos afortunados que poseen ahorros, deben lograr preservar el valor de los mismos.

Mantenerse líquido o conservar nuestros ahorros en moneda dura sin invertir no es más una alternativa viable. Al menos para este 2022 y, muy probablemente, para el 2023. Por eso, la sugerencia es revisar la estrategia de inversión de los ahorros. Lo primero que hay que hacer es formar y tener un fondo líquido para emergencias, rápidamente utilizable, que sea equivalente a entre 3 y 6 veces el gasto mensual. Este fondo no debe formar parte de los ahorros de largo plazo y solo debe utilizarse ante gastos no planificados o bien imprevistos de salud, accidentes o similares.

El excedente disponible hay que buscar invertirlo, ganarle a la inflación y no rendirse ante el estrés de las condiciones económicas y financieras de nuestro contexto. Todos somos expertos invirtiendo hasta que la realidad nos muestra lo contrario. La decisión de dónde hacerlo es personal por lo que, al que no es experto en este tema y quiere preservar sus ahorros, le recomendación es que defina su perfil de inversor en función de su preferencia por el riesgo y del horizonte de tiempo que estima para luego elegir una o varias formas de inversión.

Dentro de las opciones financieras, existen los plazos fijos UVA, bonos en pesos ajustado por inflación, bonos dólar linked, bonos corporativos en dólares que, en algunos casos, pagan intereses que superan la inflación en dólares o Fondos Comunes de Inversión que permiten participar de carteras diversificadas en distintos mercados financieros con montos mínimos y sin tener que administrar personalmente las inversiones.

Todos somos expertos invirtiendo hasta que la realidad nos muestra lo contrario

Otra opción que recomiendo mucho a quienes no se dedican a las inversiones son los seguros de ahorro o retiro. Puntualmente el seguro de retiro es una excelente opción para obtener buenos rendimientos, mantener liquidez, ya que se pueden retirar en cualquier momento y, además, contar con ventajas impositivas dado que se encuentran exentos del impuesto a los bienes personales y una parte de los aportes se pueden deducir del impuesto a las ganancias.

Opciones hay. Es importante buscar asesoramiento adecuado, definir qué tipo de riesgos se quiere correr y moverse del clásico y tradicional lugar como medida para preserva nuestros ahorros. Es momento de darle al colchón la utilidad que tiene y que lo que nos permita descansar sea la tranquilidad de estar actuando para preservar el valor de nuestros ahorros.

Fuente: infobae / opinión / 3 de marzo de 2022.