La inflación, que tiene un elocuente impacto en la actividad inmobiliaria como en otros mercados de la economía, hace mella y obliga a cargar esa pesada mochila a quienes integran esta actividad, aunque aliviada según el caso por la solvencia y capacidad financiera.
El negocio en días de alta inflación
Por Adriana B. Anzillotti
Un guión alimentado con datos concretos y salpicados por los testimonios de la mayoría de quienes lideran este negocio, que desde hace semanas se balancean entre comentarios positivos que obligan a pensar en el día después mientras se suceden otros muy negativos, que revelan cansancio y hastío de soportar estos ciclos, a veces inevitables, otros autoinfligidos, tal como surge del análisis de los economistas.
No es posible culpar (como ha sucedido en otras ocasiones) en esta caída abrumadora el impacto de los efectos tequila ni arroz de los años 90; tampoco el fuerte cimbronazo de 2009 a nivel internacional ni las burbujas del Real Estate de las economías desarrolladas. El crecimiento de esos mercados se afianzan, pero sin esos ascensos estelares y claramente efímeros que generan caídas igualmente bruscas, con efectos negativos que son muy difíciles de revertir. Los problemas aquí llegan de las propias entrañas y se escuchan como una letanía insoportable las discusiones por la inflación, seguido de recesión, la caída del consumo y del salario, las expectativas que se esfuman mientras se repiten las remanidas frases esperanzadoras que puede ofrecer el mediano plazo.
El negocio avanza más lento, pero sin detenerse, porque el show siempre debe continuar. ¿Hay clima hoy para animarse a comprar? En verdad es más sencilla la opción de alquilar, salvo aquellos que con capacidad de ahorro lo vuelcan en cuotas en pesos, como sucede con las obras en pozo. Las rentas de los departamentos también se han diluido con respecto a otros años, pero quienes lograron en otros tiempos volcarse a los ladrillos no se lamentan de haber elegido esa alternativa de refugio de capital. Saben que esos activos no se voltilizan y es un respaldo siempre seguro, indiscutiblemente a prueba de toda turbulencia.
Fuente: La Nación Propiedadeswww.lanacion.com]]>
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